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viernes, 3 de junio de 2016

Real Racing Club de Santander: días de lucha... y un poema.

Sirvan estas fotos y este poema, como un grito de aliento desde su pasado histórico, en la lucha por conseguir el ansiado ascenso. La lucha del Racing estas semanas es la de tantos pequeños clubes, siempre en la zozobra para ascender de categoría (o para no descender) y evitar su desaparición ahogados por las deudas.

En mi colección he encontrado un carnet que perteneció al guardameta racinguista Joaquín Caller, que data de la temporada 1941-42, y dos fotografías de esa época.


Carnet del guardameta del Racing de Santander, Joaquín Caller.


Joaquín Caller durante un partido, Foto Albero y Segovia, Información Gráfica, Madrid, 7 de septiembre de 1941.


Joaquín Caller durante un partido, Fotos Chapestro, Logroño, circa 1941.

Las fotos de este guardameta me recordaron un poema que nació en Santander, y que es uno de los escasos poemas inspirados en el fútbol. En 1928 los Campos de Sport del Sardinero fueron el escenario de la final de la Copa de Fútbol entre el F.C. Barcelona y la Real Sociedad de San Sebastián. En aquella época no existía el desempate a penaltis, por lo que fue necesario jugar tres partidos al acabar los dos primeros con empate a 1. Finalmente se impuso el Barcelona en el tercer partido por 3 goles a 1.
En el primero de esos partidos, jugado el día 20 de mayo, el portero del Barcelona, el húngaro Platko, se convirtió en héroe por su comportamiento. "Cuando la Real estaba achuchando la portería catalana, su delantero centro Cholin, en una posicion envidiable, avanzó hasta la portería. Cuando el gol parecía inevitable, el guardameta Platko realizó una gran estirada y se arrojó sobre el pie del jugador donostiarra conteniendo así el tiro, pero a cambio de recibir en la cabeza el golpe destinado al balón. La patada fue brutal, Platko quedó conmocionado y tuvieron que retirarle del campo para aplicarle 6 puntos de sutura en la herida ensangrentada." Platko volvió al juego con un aparatoso vendaje que perdería en el transcurso del juego.
Uno de los espectadores fue el poeta Rafael Alberti, que estaba escribiendo su libro "Sobre los Ángeles" invitado por José María de Cossío en su casona de Tudanca, y que asistió al partido invitado por su anfitrión. Impresionado, dedicó al guardameta la siguiente oda, aparecida en la primera página del periódico "La Voz de Cantabria" del día 27 de mayo de 1928:

Oda a Platko

 
Ni el mar,
que frente a ti saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía.
Ni el mar, ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.
No nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire.
Camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote.
Platko, Platko lejano,
rubio Platko tronchado,
tigre ardiente en la yerba de otro país.
¡ Tú, llave, Platko, tú llave rota,
llave áurea caída ante el pórtico áureo !
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Volvió su espalda al cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por ti, sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto
temieron las insignias.
No nadie, Platko, nadie,
nadie se olvida.
Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.
Azul heróico y grana,
mando el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas,
rotas alas, combatidas, sin plumas,
escalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
¡ Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungría !
Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario al viento abrió una brecha.
Nadie, nadie se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡ Oh, Platko, Platko, Platko
tú, tan lejos de Hungría !
¿ Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte ?
Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.


Rafael Alberti.


Franz Platko, foto obtenida en Internet
 


sábado, 16 de noviembre de 2013

Real Racing Club de Santander (1913-2013). Centenario

A lo largo de este año se celebra el centenario del Real Racing Club de Santander, y con dicho motivo se han celebrado diversos actos y exposiciones. También han sido varias las publicaciones dedicadas a este evento, y a glosar la historia del Club, que lamentablemente se encuentra en trance de desaparecer después de descender a segunda B, y de ser embargado por Hacienda. Este puede ser por tanto, al mismo tiempo, el año de la celebración del centenario, y el de su desaparición como equipo sociedad anónima deportiva.
Poco puedo añadir que no se haya dicho ya, pero buscando en mi colección he seleccionado una foto, que no se puede considerar antigua (todavía), porque sólo tiene 25 años, aunque es pura historia del Racing, y del desarrollo urbano de Santander. 
El 15 de mayo de 1988 se jugó el último encuentro, y el 17 de Junio se acometió el derribo de los antiguos Campos de Sport del Sardinero. El nuevo estadio fue inaugurado el 20 de agosto de 1988. Durante la construcción convivieron ambos, y ese curioso momento, es el que recoge la fotografía aérea que se muestra a continuación, con el nuevo campo en avanzado estado de construcción.

Detalle cercano


La fotografía la encontré enmarcada, y he preferido no desmontarla, por lo que no puedo saber con certeza quien la realizó, aunque posiblemente se trate de un encargo realizado por la empresa constructora. 

Detalle general de la fotografía enmarcada.
Finalmente, no quiero terminar sin añadir unas cuantas fotos del capital más valioso que ha tenido el Racing: su afición. Las fotos que se insertan a continuación son obra de diversos "leiquistas" santanderinos, que redondeaban sus ingresos en las tardes de domingo sacando fotos a los aficionados que llenaban las tribunas de los Campos de Sport de El Sardinero.

Anotación al dorso: 1 de Marzo de 1953. Gijón 1, Santander 0. Sello de tinta: Foto Ortega.

Sello de tinta al dorso: Foto Cecilio. Marzo de 1957.
 
Fotografía en formato postal, sin sello de fotógrafo. Circa 1950.

Sello de tinta al dorso: Foto Carlos Ortega. Circa 1960. En la pancarta los clásicos gritos de ánimo de afición racinguista: ¡Aupa Racing! y ¡Racing, Ra, ra, ra!