sábado, 27 de junio de 2015

Retablo fotográfico de montañeses ilustres (3)

Vuelvo a retomar esta serie de retratos que inicié hace ya dos años, y creo merece la pena continuar, hoy con un pintor e ilustrador, que también escribió algún libro, y un poeta que también pintó. Casualmente ambas fotos están fechadas en 1957.

Luis Quintanilla Isasi (Santander 1893- Madrid 1978), fue un pintor santanderino muy comprometido con la causa republicana (intervino en el asalto al Cuartel de La Montaña y en el asedio al Alcázar de Toledo), que pasó largos años en el exilio, primero en Estados Unidos, a donde había viajado a finales de 1938 comisionado para pintar unos frescos destinados al pabellón español de la Exposición Universal de Nueva York, y después en Francia.
En la fotografía de la agencia americana United Press Photo, le vemos pintando el retrato de Pau Casals, que actualmente está en la colección del Museo Centro de Arte Reina Sofía.

El pintor Luis Quintanilla, pintando el retrato de Pau Casals en San Juan de Puerto Rico. United Press Photo, 1957.

Por lo que respecta a Julio Maruri (Santander 1920), es un poeta y pintor vinculado al grupo de la revista Proel, en cuya colección publicó su primer libro "Las aves y los niños". De esa época es la fotografía que se muestra a continuación. Posteriormente profesó como carmelita con el nombre de Fray Casto del Niño Jesús, aunque en 1974 abandonó la vida religiosa. En 1958 recibió el Premio Nacional de Literatura.
 
El poeta Julio Maruri, leyendo una revista de Proel, Fotografía Montoya, Tafalla, 1957.
  
Pueden consultar mis anteriores post de esta serie de retratos de montañeses ilustres:
 
- Nº 1. Publicado el 7/09/2013. Benito Pérez Galdós y José Estrañi y Grau
- Nº 2. Publicado el 27/072013. José María de Pereda, Concha Espina, Fernando de los Ríos.

jueves, 18 de junio de 2015

Los leiquistas y fotógrafos de posguerra en Santander (actualización 3)

En mis post de fecha 8/01/2012, de fecha 24/06/2012 y de fecha 21/07/2012, hablé sobre los profesionales que en los años 40, 50 y 60 realizaban su trabajo en la calle cubriendo todo tipo de acontecimientos sociales, que han recibido el apelativo de "leiquistas" por utilizar este tipo de cámaras de 35 mm o similares.
Durante bastante tiempo he estado comprando en el rastro de Santander todas las fotos con sellos de distintos fotógrafos que iba encontrando, y con ellas elaboré un censo de lequistas que trabajaron en Santander durante esos años, y que he ido actualizando periódicamente (ver post de 8/01/2012). Lo cierto es que en los últimos meses encuentro pocos fotógrafos nuevos que añadir a la lista, por lo que pienso que el censo debe ser ya bastante completo. Quizás más adelante, pueda hablar más en profundidad de algunos de ellos. que en ocasiones también ejercían como reporteros gráficos, cubriendo algunos acontecimientos para la prensa, de hecho algunas de las fotografías que se muestran a continuación se podrían incluir en esta categoría.

Andén de la Estación de RENFE de Santander. Un ciclista (Ventura Díaz ?) regresa a casa. En una mano su maleta de cartón, la bomba de inflar ruedas y un nudo de tubulares, y en la otra los trofeos ganados. Foto Urcelay. Circa 1958.

Urcelay, reportajes gráficos, Santander,12/Mayo/1958.

Reverso con sello de tinta de la fotografía anterior.

Urcelay, reportajes gráficos. Circa 1958.

Esta modalidad de trabajo ambulante, es característica de los años de posguerra, y se extiende hasta la década de los sesenta, cuando la popularización de las cámaras fotográficas fue provocando un cambio de su modelo de negocio que supuso la progresiva especialización en reportajes de bodas y comuniones, en muchos casos abriendo un pequeño estudio en el que también se atendía un nuevo frente de negocio: la fotografía de carnet, sobre todo después de que se implantase la obligatoriedad de obtener el Documento Nacional de Identidad a partir de 1951.
Hasta ahora estos profesionales han recibido escasa atención por parte de los historiadores de la fotografía, con algunas excepciones en las que su oficio trascendió en arte al retratar con especial sensibilidad, algunas veces sin pretenderlo, una sociedad que estaba desapareciendo. Pensemos en los casos de Virgilio Viéitez, en Soutelo de Montes, que comenzó como leiquista en la Costa Brava, o en Piedad Isla, en Cervera de Pisuerga, que montada en su Vespa recorrió los pueblos de la Montaña Palentina.
Afortunadamente, ya se está empezando a estudiar a esta generación de fotógrafos, y se están publicando interesantes aportaciones como la realizada por Nuria Rius, publicada en su blog Les pinces del fotograf, titulada Entre policía, iglesia y conformismo doméstico: el fotoreportaje social y familiar en la España de Franco

Como indicaba antes, algunas de estas fotografías están a mitad de camino entre el trabajo de un leiquista y de un reportero gráfico. Estoy seguro de que la mayor parte de ellos compaginaron ambos cuando tuvieron oportunidad, ya que lo segundo suponía escalar un peldaño en su reconocimiento profesional.

El ciclista santanderino José Pérez Francés, con la banda y el ramo de ganador de una prueba. Foto M. García, 1960.

Reverso de la fotografía anterior


Recuerdo a los lectores que haciendo click sobre cualquier fotografía, se puede ver a mayor tamaño.