domingo, 18 de octubre de 2015

El Guardián de la Revolución. La fotografía como elemento auxiliar de la historia.

El próximo viernes 23 de octubre, se presenta en el Ateneo de Santander el libro de José Manuel Puente Fernández, El guardián de la revolución. Historia del Partido Comunista en Cantabria (1921-1937), de la editorial Librucos que dirige con entusiasmo Ramón Villegas.


Carnet que acreditaba a Roberto Álvarez Eguren como Presidente del Tribunal Popular de Santander, que también incluía un pase para los tranvías de Santander. 14 de septiembre de 1936.

Cubierta del carnet anterior, realizado en piel con escudo y letras estampados en dorado
A la hora de buscar imágenes para ilustrar ciertos temas, suelen topar autores y editores con la dificultad para acceder a imágenes inéditas, porque la mayor parte del abundante material que se hizo fue en gran medida destruido o escondido por sus propietarios por razones obvias de seguridad personal. Las tropas de Franco entraron en Santander el 24 de agosto de 1937, y el material de archivo de los fotógrafos y periódicos fue incautado por el aparato de seguridad que acompañaba a las tropas ocupantes, utilizando dichas fotografías para "depurar responsabilidades" y realizar la posterior represión. Por ello son muy escasas las fotografías que se conservan realizadas durante la guerra civil, en los trece meses de gobierno republicano. En el prólogo del libro, cuenta José Ramón Saiz Viadero que, "el temor era tal que, como me comentaba discretamente Miguel Guerra Pérez-Carral en los albores de la transición democrática iniciada en el post-franquismo, que durante la última noche republicana santanderina, él mismo se encargó de quemar toda la documentación existente en la sede del Partido Comunista, a la sazón establecida en el número 1 de la calle Pedrueca, en el mismo edificio de lo que ahora es la Fundación Marcelino Botín".
A Roberto Álvarez Eguren, propietario de este carnet que tengo en mi colección, y que se publica en el libro,  su militancia política y los puestos que ocupó durante la guerra civil le costaron la vida. Abogado, sobrino del líder del Partido Reformista Melquiades Álvarez, quién a su vez fue asesinado en la Cárcel Modelo de Madrid en agosto de 1936, representó a las agrupaciones socialistas de Santander y Camargo en el Congreso Extraordinario del PSOE de 1921, y firmó el manifiesto tercerista, base del PCOE, según nos indica José Manuel Puente. Ayudó a constituir el Partido Comunista en Cantabria, aunque regresó a las filas socialistas a finales de los años 20. Durante la guerra civil fue consejero municipal, presidente de la Comisión de Justicia del Frente Popular, presidente de la Audiencia Provincial de Santander y fiscal jurídico militar del Cuerpo de Ejército de Santander. Tuvo la oportunidad de marchar de Santander como hicieron otras figuras destacadas del Frente Popular pero no lo hizo y permaneció en Cantabria sabedor del destino que le esperaba. Evitó desmanes de última hora al presentarse en la cárcel provincial para garantizar la vida de los presos hasta la llegada del ejército franquista. Igualmente, decretó la libertad de las mujeres que así lo desearan poniéndolas una escolta personal. Tras la entrada de los nacionales en la capital de Cantabria, fue detenido e ingresó en la Prisión Provincial de Santander el 3 de septiembre de 1937 conducido por guardias de Asalto, siendo ejecutado en el cementerio de Ciriego el 7 de septiembre a las 6:45 junto al alcalde de Arenas de Iguña, Lorenzo Ríos y Ríos.
Mario García-Oliva, en su libro La Abogacía en Cantabria, notas para la historia del Ilustre Colegio de Abogados, indica que el 7 de septiembre, se reunió una Junta General Extraordinaria del Colegio, en la que el Decano dio cuenta de que se le había interesado por varias personas que apoyase la petición de indulto del abogado D. Roberto Álvarez Eguren, condenado a la última pena. Por desgracia, después de convocada esta Junta, había llegado a conocimiento del Decanato que se había cumplido ya la sentencia.
En este caso, no se trata tan sólo una fotografía (un retrato),  sino que va integrada en un documento que incorpora mucha más información: cartera de piel con iconografía de escudo republicano, sello del Frente Popular de Izquierdas, pase de tranvías, etc., formando un "objeto fotográfico" de valor histórico y evidente rareza. Pensemos que carnets de Partidos Políticos y Sindicatos, hubo muchos en esos años, pero Presidente del Tribunal Popular de Santander, sólo hubo uno.
En algún momento trataré en este blog un tema, quizás menor, pero que puede tener su interés, como es la fotografía aplicada a su uso como medio de identificación documental de personas (carnets, pasaportes, documentos varios, etc.).

Es de destacar en este libro, además de la gran labor de documentación realizada por el autor, el esfuerzo realizado para incorporar al texto una gran cantidad de información gráfica en gran parte inédita: fotografías, carteles, propaganda, impresos...,  que lo hacen visualmente atractivo para el lector. La fotografía se revela así como uno de los más importantes elementos auxiliares de la Historia moderna.

También inédita es la fotografía que se muestra a continuación, y que se publica en el libro, obtenida posiblemente por algún corresponsal gráfico que acompañaba a la tropas de Franco, en ella se ven el estadio del Racing (los Campos de Sport del Sardinero) convertido en improvisado campo de concentración. Con la caída de Santander, fue tan elevado el número de soldados republicanos hechos prisioneros, que se habilitaron distintos recintos como campos de prisioneros y prisiones provisionales: El Palacio de la Magdalena, Los Campos de Sport del Sardinero, la Plaza de toros, el Seminario de Corbán, etc.   El fotógrafo ha buscado en este caso un punto elevado desde el que hacer la foto por encima de la valla, y así podemos ver gran cantidad de presos.

Prisioneros internados en los Campos de Sport del Sardinero. Fotografía de autor anónimo. Agosto/Septiembre de 1937 

Del mismo autor y reportaje es la siguiente fotografía,  en la que aparece el mismo coche Citröen matrícula EX 124 o 174 ?, posiblemente el del fotógrafo (¿alguien me podría facilitar algún dato sobre la matrícula?). Esta segunda foto quizás fue obtenida unas horas antes que la de los Campos de Sport, al pasar por la carretera nacional que atravesaba el pueblo de Las Caldas de Besaya, y se pueden ver los daños sufridos por el hotel del balneario durante en avance sobre Santander de las tropas de Franco, en el mes de agosto.


Gran Hotel y Balneario de Las Caldas de Besaya. Destrucciones realizadas durante el avance sobre Santander en agosto de 1937. Fotografía de autor anónimo.


Pero volviendo al principio, el próximo viernes en el Ateneo de Santander, presentación del libro.