miércoles, 27 de febrero de 2019

La España de Laurent (1856-1886)

El Ministerio de Cultura y Deporte, a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España, organiza, con motivo del Año Europeo del Patrimonio Cultural, la exposición "La España de Laurent (1856-1886). Un paseo fotográfico por la Historia", La muestra podrá visitarse hasta el 3 de Marzo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y sin lugar a dudas es una cita obligada para los amantes de la fotografía histórica.

Tal y como se indica en el díptico de presentación de la exposición, su trabajo abarcó distintos campos: "Su actividad como retratista dio lugar a un archivo extraordinario de la sociedad de su tiempo, tanto en lo que se refiere a la gran cantidad de personajes retratados, como a la calidad de sus obras y a la amplitud social que abarcó: desde los tipos populares hasta la aristocracia social e intelectual del país, incluyendo a las altas personalidades del gobierno y a la misma familia real. Al tiempo los géneros temáticos de su fotografía se multiplican, como lo hacen también los formatos y características de los productos que comercializa: reproducciones de obras de arte antiguo y contemporáneo; series de los fondos del Museo del Prado, de la Real Armería, del Museo de Bellas Artes de Sevilla o de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; reportajes de la construcción de las líneas ferroviarias y de otras grandes obras de ingeniería a lo largo y ancho del país; colecciones de temática taurina, circense y teatral, panorámicas de ciudades y colecciones de monumentos, series de tipos populares de las provincial de España..."

Además de sus grandes trabajos y de las colecciones citadas Jean Laurent introdujo diversas innovaciones técnicas, como la invención del papel leptográfico en colaboración con el también fotógrafo José Martínez Sánchez y en la web histórica de la Oficina Española de Patentes y Marcas se recogen a nombre de Juan Laurent dos privilegios de invención de 10/07/1855 y 29/08/1856 de Procedimiento para dar colorido a los retratos, vistas y cuadros de todas clases ejecutados por aparatos fotográficos, y un privilegio de invención de 12/12/1864 de Aplicación de la fotografía a los abanicos.

Hoja de álbum, con vistas de Santander, Toledo, El Escorial, Gijón y Covadonga. J.L. & Co. Deposé.


Al hilo de su exposición, y como complemento a la visita. voy a fijarme aquí en algunas obras menores y anecdóticas en el conjunto de su producción, pero que reflejan su amplia visión comercial a la hora de utilizar el extenso fondo de imágenes de la Casa Laurent.

El descubrimiento en una de las vitrinas de la exposición de un hermoso abanico con su barillaje decorado con fotografías coloreadas de toreros, me hizo recordar tres hojas de un antiguo álbum que hace años compré en una librería anticuaria de Madrid, y que reproduzco a continuación. Las hojas las encontré ya separadas y nunca he tenido ocasión de ver el álbum completo, por lo que desconozco que otras vistas incluía en sus hojas, cada una de las cuales incluye cinco o seis vistas

La ventana de cada hoja presenta un fileteado en oro, al igual que la orla exterior de las fotografías, y el canto de las hojas está marmolizado, lo que hace suponer que el álbum original era un artefacto fotográfico de gran lujo, destinado a un público minoritario de alto poder adquisitivo.

Hoja de álbum, con vistas de San Sebastián, Bilbao, Burgos, Salamanca y Valladolid. J.L. & Co. Deposé.


Hoja de álbum, con vistas Lisboa, Praca de D. Pedro IV, Praca do Commercio, Igreja da Baltalha, Rua do Ouro, y Estatuas del Duque da Terceira y General Marqués de Sa Bandeira. J.L. & Co. Deposé.


Hoja de álbum, parte trasera donde se observa la rendija por la que se  introducía la fotografía.
También fue un producto de gran lujo el abanico al que antes hacía referencia, que se muestra en la Exposición, y que se conserva en el Museo del Romanticismo. Este tipo de objetos de lujo, artefactos fotográficos, o como queramos denominarlos, se ofrecerían como complemento en la tienda que tenía en el estudio, donde además de retratarse, se podían adquirir los retratos de personajes famosos, o las vistas fotográficas que anunciaba en los catálogos que periódicamente publicaba y actualizaba. Las hojas de álbum muestran la palabra Deposé, por lo que hemos de suponer que también fue depositada patente del mismo, aunque en este caso no aparece en el registro histórico de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Abanico de J. Laurent y Cia, circa 1875



Abanico de J. Laurent y Cia, detalle, circa 1875


Abanico J. Laurent y Cia, cartela en la Exposición

Por último, dentro de esta miscelánea de curiosidades alrededor de la figura de Jean Laurent, en la exposición de muestra un probable autorretrato de juventud (fotografía de la izquierda, debajo), junto al de uno de sus ayudantes, Carlos Bermudo.



De Laurent en su madurez, conocemos también el retrato grabado publicado en la revista La Ilustración Nacional, con motivo de su fallecimiento.


Pero una curiosidad poco conocida es que algunos de sus trabajos los firmaba con un microrretrato que fácilmente pasa inadvertido. Lo podemos ver en esta CDV Primeros Espadas, de tipo mosaico, en la que probablemente intenta reducir la imagen al mínimo posible que permitían los medios técnicos del momento.

Primero Espadas, CDV



Primeros Espada, ampliación de detalle parcial



Primeros Espadas, ampliación de detalle parcial

Otra imagen de Juan Laurent, es la fotografía de una caricatura firmada por Aubert, que posee la Biblioteca Nacional en el álbum de Narciso Hergueta, página 37, que puede verse en éste enlace.

Por último, sólo cabe insistir en que merece la pena visitar esta excelente exposición, aunque hay dos aspectos mejorables que deberían considerar los organizadores, en primer lugar, se ha programado un  interesantísimo ciclo de conferencias a cargo de los principales investigadores en el ámbito de la fotografía histórica, y sería muy fácil hacerlas accesibles a todo el público interesado en oírlas, no sólo al residente en Madrid, grabándolas y colgándolas en Youtube, como ya hacen muchas instituciones. En segundo lugar, resulta insólito que el catálogo de la exposición no pueda adquirirse a la salida (tan sólo consultar un ejemplar que tienen expuesto).

No hay comentarios: