Un tema recurrente cuando se coleccionan fotografías antiguas es el límite temporal que fijamos a nuestra colección, o lo que es lo mismo: cuantos años consideramos que tiene que tener una fotografía para considerarla antigua. Al principio (hablo por mí) fijas tu límite en los años 50 y en el blanco y negro, pero vas haciendo excepciones; unas por un motivo, otras por otro, también vas admitiendo alguna fotografía en color... y al final descubres que no le puedes poner puertas al campo, y que coleccionas toda aquella fotografía que te va pereciendo interesante, y los años que tienen son una cualidad más, pero no siempre la más importante.
Esto viene al caso porque hace unas semanas encontré en un rastro local un archivador con algunas diapositivas en color que se podrían datar de principios/mediados de los años 80, y que por tanto tendrán en torno a 30-35 años. Por lo que he visto en ellas proceden de algunas actividades realizadas en un antiguo Centro de Formación Profesional Náutico-Pesquera, y documentan una visita al Barrio Pesquero de Santander, y especialmente a la antigua Lonja de pescado que estaba situada en la calle Marqués de la Hermida. Esta Lonja fue
derribada en febrero de 2006, en medio de una fuerte polémica, pero en estas fotos la podemos ver a pleno rendimiento, con la animación propia del trasiego del pescado, la subasta, reparación de redes en sus inmediaciones, etc.
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La vieja Lonja vista desde el Barrio Pesquero. Diapositiva de amateur, circa 1980-85. |
El
Diario Montañés de 16/01/2006 publicaba un artículo, que entre otras cosas decía: "El valor arquitectónico de la Lonja a juicio de personas y entidades que son competentes para emitirlo como el Colegio Oficial de Arquitectos, la Universidad de Cantabria o el arquitecto o académico Don José Luis Fernández del Amo es tan alto que merece la declaración de B. I. C. Las razones son las siguientes: la Lonja es, junto con la escuela de vela de la Isla de la Torre, el Real Club Marítimo, el edificio de viviendas Siboney en Castelar y lo que queda del Cine Coliseum, uno de los pocos edificios racionalistas que permanecen en pie en la capital de Cantabria. Por ello, con la desaparición de la vieja lonja, la ciudad de Santander perderá el mayor edificio de una importantísima corriente arquitectónica cuyo pionero en España fue Fernando García Mercadal. Al igual que otros arquitectos de fama internacional, con la llamada arquitectura racionalista, buscaba la simplicidad constructiva huyendo del clasicismo de las academias y del ornato en los edificios. El que ahora se pretende demoler fue proyectado en 1943, alejándose del estilo herreriano y del casticismo tan en boga en la posguerra, por el ingeniero director de la Junta de Obras del Puerto Aníbal González Riancho. Por todo lo que antecede, y sintiendo contrariar a los que opinan que el edificio carece de interés, se puede afirmar que la vieja Lonja es un edificio de gran valor arquitectónico para la ciudad de Santander, y que merecería sin demora la declaración de Bien de Interés Cultural."
Toda esa antigua polémica queda para el recuerdo en la historia local, pero estas diapositivas encontradas en el rastro la traen a mi memoria, y son de una época que conocí. ¿Fotografías antiguas? Si no lo son ya, dejaremos que pasen unos años más y el problema se resolverá por sí mismo.